Migrantes varados en Guatemala intentan entrar a México
Más de 3 mil migrantes, se
dirigieron al puente fronterizo tras entonar una oración, el himno nacional y
varias consignas.
Associated Press
Tecún Uman, Guatemala (Lunes 20 Enero 2020).- Las
llamas de una pira en la orilla guatemalteca del río Suchiate antes de que
despuntara el sol el lunes fue la señal. Una hora después, más de 3 mil
migrantes, se dirigieron al puente fronterizo tras entonar una oración, el
himno nacional y varias consignas. El objetivo: que les abrieran las puertas de
México.
El
grupo, que se autodenominó "Caravana de la esperanza, Dios es amor''
avanzaba organizado: primero hombres, luego mujeres y niños, más hombres, todos
tomados de los brazos para formar una cadena humana. Una avanzadilla llegó
hasta la verja de hierro que pone "Bienvenidos a México'' y que se
mantenía cerrada, para entregar un documento.
"Señor presidente, lo que
queremos es Trabajar''. También pedían libre tránsito por México.
De
fondo, sobre el puente sonaba la repetitiva grabación en bucle que les alertaba
que "están ingresando de manera ilegal'' a México y que no se dejaran
engañar.
Del
lado mexicano, un centenar de guardias nacionales equipados con equipo
antimotines estaban en alerta sobre el puente que el sábado tuvo que cerrarse
por un intento masivo de cruce que solo se saldó con empujones y algunos golpes
pero sin heridos. Las autoridades dejaron pasar ese día a grupos pequeños que
querían solicitar asilo o empleo, pero la mayoría de las más de 600 personas que
optaron por esto fueron deportadas, según el Instituto Nacional de Migración,
por no cumplir los requisitos.
Pero
los migrantes no perdieron la esperanza y al amanecer del lunes parecían
dispuestos a lanzarse por el río, que en esta temporada se puede cruzar
caminando, si no podían hacerlo por el puente.
En
los últimos meses, México ha redoblado los esfuerzos desplegando miles de
efectivos militares en sus dos fronteras y en las principales rutas migratorias
con el fin de impedir que los migrantes lleguen a territorio estadounidense,
tras las amenazas del presidente Donald Trump, de sanciones comerciales y otras
represalias.
A
finales de 2018 miles de centroamericanos optaron por migrar masivamente
formando caravanas para sentirse más seguros y tener así más posibilidades de
llegar a Estados Unidos, pero esta sería la primera desde que Washington firmó
acuerdos para controlar la migración con Guatemala, Honduras y El Salvador.
El
gobierno mexicano declaró el fin de semana que sus medidas habían sido un
éxito, indicando el domingo por la noche que los intentos en "modo
desordenado'' de los migrantes por cruzar la frontera habían sido
"infructuosos''.
Maureen
Meyer, directora para México y derechos de los migrantes en la Oficina en
Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés),
describió la respuesta mexicana durante el fin de semana como un cambio
respecto a la gestión de otras caravanas migrantes que habían llegado a sus
puertas.
El gobierno mexicano ha dejado claro que no ofrecerá ninguna visa que pueda utilizarse para viajar al norte, y que cualquiera que viaje sin documentación adecuada será detenido, enviando un firme mensaje al gobierno de Trump de que el gobierno mexicano está haciendo su parte para asegurarse de que los miembros de la caravana no llegan a la frontera estadounidense
Las
autoridades mexicanas ofrecieron una alternativa durante el fin de semana al
prometer a los migrantes empleo y una oportunidad de quedarse en el país,
aunque los detalles eran vagos y muchos migrantes temían ser deportados.
La
oferta de trabajo, y no solo una legalización de su estancia o asilo, es una
novedad en los esfuerzos de México por buscar una solución humana para los
migrantes, en su mayoría centroamericanos, que huyen de la violencia y la
pobreza en sus países de origen.
Más
de mil migrantes optaron por dar una oportunidad a México y fueron trasladados
en camioneta a centros de inmigración para continuar los trámites.
Claudia
León, coordinadora del Servicio Jesuita de Refugiados en la localidad de
Tapachula, describió los traslados con vagas promesas de empleo como una
"detención de facto'' que podría comprometer los derechos de los
refugiados.
No
estaba claro qué clase de empleo planteaba México para los migrantes, dado que
la mitad de la población mexicana es pobre y hay millones de desempleados.
El
gobierno mexicano emitió un comunicado el domingo por la noche indicando que
"en la mayoría de los casos'', los cientos de migrantes llegados en los
últimos días serían devueltos a sus países de origen "en caso de que la
situación así lo amerite''.
Hora de publicación: 09:26 hrs