El virus, en la cúpula
Carlos López Arriaga
Opinión (Domingo 29 Marzo 2020).- Dos gobernadores, Hidalgo y Tabasco, están oficialmente infectados por el #Coronavirus. La noticia difundida en medios y redes se expandió rápidamente, no exenta de morbo y malicia.
Opinión (Domingo 29 Marzo 2020).- Dos gobernadores, Hidalgo y Tabasco, están oficialmente infectados por el #Coronavirus. La noticia difundida en medios y redes se expandió rápidamente, no exenta de morbo y malicia.
Con
la misma celeridad salieron a relucir imágenes y datos sobre la agenda reciente
de ambos mandatarios, OMAR FAYAD y AUGUSTO LÓPEZ, incluyendo su asistencia a
eventos recientes de la CONAGO y su presencia, también, en las mañaneras de
AMLO.
De
aquí la especulación que cimbró a la opinión pública este fin de semana. La
posibilidad (indeseable, ciertamente) de que CONAGO se haya convertido en
fuente de contagio.
¿Imagina
usted cuánta gente tendría que entrar en cuarentena?
Bástenos
recordar la tasa exponencial de crecimiento que caracteriza a este virus. Su
carácter altamente contagioso, que además incluye un sector amplio de
infectados asintomáticos convertidos en fuentes ambulantes de propagación
involuntaria.
Los
casos de OMAR y AUGUSTO plantean un racimo de dudas cruciales, aún sin
resolver.
¿Sus respectivos gabinetes, incluyendo las primeras damas, familiares cercanos y colaboradores inmediatos ameritan ser confinados?
¿Sus respectivos gabinetes, incluyendo las primeras damas, familiares cercanos y colaboradores inmediatos ameritan ser confinados?
¿Ubicaríamos
en dicha categoría también a los colegas, los 32 mandatarios integrantes de la
CONAGO?...
El
lector puede consultar el sitio oficial de dicha agrupación (www.conago.org.mx) para tomar nota de sus recientes
encuentros, ocurridos cuando ya el virus se extendía por el mundo.
Ciertamente,
cualquiera de nosotros puede ser un portador asintomático (al menos 14 días)
que, sin saberlo, contagie a decenas, estas a centenares y luego a miles.
DISCURSO
VARIABLE
De
ahí la insistente preocupación por la actitud desenfadada que mostró el
presidente LÓPEZ OBRADOR durante los meses iniciales.
Así
se mantuvo hasta la semana pasada, cuando sonó (por fin) la campanada de alerta
y el subsecretario HUGO LÓPEZ-GATTEL cambió su estilo mesurado por un tono
dramático, bastante más realista.
Pese
a ello, su jefe ANDRÉS MANUEL continúa operando una agenda muy intensa por
diversos puntos de la república, contradiciendo de nuevo las advertencias del
subsecretario.
Entre
lo más reciente, anduvo en Baja California donde, por cierto, debemos reconocer
que ya fue captado practicando eso que llaman “sana distancia”, aunque lo hace
de manera deliberada frente a las cámaras, sin ocultar el tono de burla.
Atrás
de cámaras, no sabemos. Se trata, efectivamente, de dos discursos. Mensaje
ambiguo de un gobierno bipolar que no logra convencer a la población.
La
noche del domingo, el vocero LÓPEZ-GATTEL advirtió que solo un porcentaje menor
transeúntes ha seguido la recomendación sanitaria. Las calles siguen atestadas.
En
la tercera semana del presente marzo un reporte desde Acapulco, Guerrero,
señalaba que la ocupación hotelera en dicho polo turístico era del 93.4%.
Y
aunque los mensajes gubernamentales (los de la Secretaría de Salud, no los de
AMLO) insisten en que la población debe quedarse en casa (y lo repiten como
mantram, una, otra y otra vez) la gente se sigue comportando como si fueran
vacaciones y no asueto sanitario.
¿VECTOR
TRASHUMANTE?
También
este domingo la prensa preguntó al subsecretario sobre la posibilidad de que
los gobernadores infectados hayan contagiado al Presidente LÓPEZ OBRADOR.
En
este punto es donde el eminente científico, el brillante epidemiólogo se
desdibuja y pierde figura para ponerse el disfraz de propagandista. Niega, de
entrada, que ANDRÉS MANUEL deba someterse a un examen para saber si ha
contraído el COVID19.
Y
luego añade que dicho examen solo se justificaría cuando presente síntomas. Por
supuesto, hubo rostros atónitos entre los reporteros.
En
especial quienes recuerdan las dos semanas (promedio) que un paciente infectado
puede deambular en modo asintomático y permanecer incógnito, pero transmitiendo
el bicho a quienes lo rodean.
Lo
cual preocupa, mire usted. De estar enfermo, AMLO se colocaría como un foco de infección
trashumante que (para colmo) lleva la enfermedad más allá de la gente común.
Lo
haría también hacia su gabinete, gobernadores, alcaldes, cúpulas partidistas,
sindicales, empresariales y líderes de la sociedad civil que se crucen en su
camino.
Estaría
funcionando como un vector en movimiento, caballo de Troya acaso, o, tal vez,
chivo en cristalería, ante lo cual, ciertamente, ninguna estampita funciona,
ningún “detente”.
Tampoco
los tréboles de cuatro hojas ni los billetes de dos dólares.
El
caso es que el virus ya fue llevado a la cúpula y todo indica que (por
desgracia) habrá más noticias impactantes de este tipo en los próximos días y
semanas.
El
consejo al lector es que solo haga suya la información confiable, basada en
datos duros y de fuente plenamente identificada. ¡Ánimo!...
Hora de publicación: 21:42 hrs