El plan es que no hay plan
Carlos Cortés García
Opinión (Lunes 6 Abril 2020).- Finalmente, ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador, rindió su primer “informe trimestral” del 2020, me imagino yo, porque este mini informe es algo que no está contemplado por la Constitución General de la República, la cual dispone, en su artículo 69, “que el Presidente de la República asistirá a la apertura de sesiones ordinarias del Congreso -el primero de septiembre de cada año- y presentará un informe por escrito en que señale el estado general que guarda la administración pública del país”. Eso es lo que marca la Ley. Lo del informe trimestral y las mañaneras, son un “modelo” de esta administración federal.
Opinión (Lunes 6 Abril 2020).- Finalmente, ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador, rindió su primer “informe trimestral” del 2020, me imagino yo, porque este mini informe es algo que no está contemplado por la Constitución General de la República, la cual dispone, en su artículo 69, “que el Presidente de la República asistirá a la apertura de sesiones ordinarias del Congreso -el primero de septiembre de cada año- y presentará un informe por escrito en que señale el estado general que guarda la administración pública del país”. Eso es lo que marca la Ley. Lo del informe trimestral y las mañaneras, son un “modelo” de esta administración federal.
Pero,
regresando al tema, el presidente rindió su informe trimestral y ahí “presentó
su plan” para enfrentar la crisis de la pandemia, el cual más se asemejó a un
recuento de las acciones de este gobierno, dentro del Plan Nacional de
Desarrollo. No hubo sorpresas, no hubo nada nuevo bajo el sol, lo que
francamente desencantó a los diversos sectores del país.
Fue
un mensaje donde estuvo el mandatario prácticamente sólo, acompañado únicamente
por tres cámaras, sin mayor producción de televisión y por su ayudantía.
Y
en a mañanera de este lunes, para variar y no perder la costumbre, López
Obrador se fue sobre todos quienes no piensan como él: sobre los conservadores
y neoliberales, a quienes calificó de corruptos y deshonestos; se fue también
sobre el gremio periodístico a quienes, sin decir el término, aseguró que están
molestos porque se acabaron las “prebendas en su favor”; se fue sobre los
empresarios ricos con empresas pobres, y señaló que “esta semana se acabará de
presentar el Plan”, su plan, al que calificó como una especie de copia del Plan
de Franklin Delano Roosevelt, ex presidente de los Estados Unidos y artífice de
la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial. Miembro del Partido Demócrata,
Roosevelt, mediante la aplicación del programa político conocido como New Deal,
sacó a Estados Unidos de la gran depresión económica originada por la crisis
del 29, hace casi cien años.
Por
poner sólo un ejemplo, Enoch Castellanos, presidente nacional de CANACINTRA,
escribió en su cuenta de twitter: “Decepcionante. @lopezobrador_: niega
estímulos al sector productivo, deja a su suerte a las MiPYMES y pone en riesgo
millones de empleos. Aunque el presidente no quiera acordar, en @CANACINTRAMex.
Seguimos determinados a mantener empleo, salarios y reactivar la economía”
Y
lo mismo ocurrió con la COPARMEX, y lo mismo ocurrió con CANACINTRA, y con el
Consejo Coordinador Empresarial. Pareciera que todos se pusieron de acuerdo
para rechazar el mensaje presidencial, pero más bien, como decía mi abuelita,
se puede aplicar la máxima de que “tantas personas no pueden estar
equivocadas”.
Por
sólo poner un ejemplo, el Consejo Coordinador Empresarial presentó hace algunas
semanas al presidente Andrés Manuel López Obrador un programa de 90 días para
enfrentar la emergencia sanitaria, y el impacto económico que está provocando
el COVID-19; sin embargo, las propuestas fueron tajántemente rechazadas por el
mandatario mexicano.
El
punto es que nadie quisiéramos que le fuera mal a Andrés Manuel López Obrador,
porque si le va mal a él nos va mal a todos. Y yo pienso que nadie en su san
juicio desea que él salga de Palacio Nacional por la puerta de atrás.
Sin
embargo, los “datos” dicen otra cosa. A México, fuera de la crisis del
Covid-19, en lo económico hay muchas, muchísimas señales que preocupan. Por
ejemplo, de acuerdo con un trabajo publicado por el periódico La Jornada, “en
diciembre de 2019, las empresas y ciudadanos mexicanos tenían en bancos de
Estados Unidos depósitos por 71 mil 878 millones de dólares. Esa cantidad
aumentó en 4 mil 286 millones de dólares al cierre de enero de este año, para
ubicarse en 76 mil 166 millones de dólares, alza de 6 por ciento. Al cierre de
2018 fue de 72 mil 435 millones de dólares”.
Lo
que dicen la mayoría de los mexicanos, entre ellos empresarios, líderes
sociales y religiosos, gobernadores, y dirigentes políticos, es que el plan de
rescate no es plan, no hay medidas urgentes para enfrentar la crisis económica
y de salud que nos viene con el impacto del coronavirus en la sociedad
mexicana. Ante ello, Andrés Manuel López Obrador, primero, debe entender que es
el presidente de todos los mexicanos y, por esa simple razón, debe llamar y
maniobrar en la búsqueda de la unidad nacional. Y créame que las mañaneras no
abonan en ese sentido porque desde el podio el presidente hace más que
informar: insulta, agrede y no le importa en lo más mínimo, ofender y lastimar
sin que los ofendidos tengan derecho de réplica.
Reitero,
o López Obrador se pone las pilas y busca consolidar un frente común de todos,
independientemente de creencias religiosas o políticas, estrato social o
económico, o el saldo negativo del coronavirus podrá generar daños
inconmensurables y a muy largo plazo.
PD.
1. La tarde de este domingo, el Gobernador de Tamaulipas, Francisco García
Cabeza de Vaca, a través de su cuenta de twitter, lamentó que el presidente de
México, Andrés Manuel López Obrador, en su mensaje dominguero, “no haya
convocado a un acuerdo nacional para cuidar el empleo y el patrimonio de los
ciudadanos”, tras el anuncio del Programa Económico Nacional por la Emergencia
Sanitaria.
Y
fue más allá el mandatario tamaulipeco al señalar a través de su red social:
“Ahora me queda claro que no hay un plan económico en marcha”, esto, luego del
mensaje del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, el cual el
gobernador “esperó con optimismo el mensaje del presidente”.
Y
remató el tamaulipeco: “Era el momento para convocar a un acuerdo nacional para
cuidar los empleos y el patrimonio de la gente. Ahora me queda claro que no hay
un plan económico en marcha. Pero esto ni nos dobla, ni nos vence. ¡A jalar más
duro Tamaulipas!”.
Pero
no es esta la única reacción de decepción acerca de la presentación de ayer
domingo de el presidente de México. Muchas voces se unieron a través de las
redes sociales para demostrar su desencanto por lo que consideraron un mensaje
que no tiene el tamaño, ni de la expectativa, ni de la crisis que hoy están
viviendo México y el mundo.
Y
fue tal la decepción social mexicana, que las tendencias en twitter del rechazo
al mensaje presidencial sobrepasaron por mucho, en una escala de 2 a 1, la
opinión de los que aceptaron el mensaje presidencial, aunque en la mañanera de
esta mañana el titular del ejecutivo federal haya dicho que “el tiene otros
datos” y asegure que 58 millones de mexicanos aceptan su gobierno, lo que hasta
hoy no han confirmado las casas encuestadoras.
Y
reitero, no es un asunto de perdonar impuestos por perdonarlos o de rescatar
negocios por rescatarlos. Este es un asunto de viabilidad del país, de llamar a
todos los mexicanos a jalar para el mismo lado, de convocar a todos a la unidad
nacional, de preocuparse por todos los mexicanos, aunque no hayan votado por
él, es momento de escuchar a todos los sectores y de tomar las mejores
decisiones para el país. No estamos en la hora de la politiquería y las
ocurrencias. Estamos en la hora de la seriedad, de la serenidad, de la
inteligencia y de la búsqueda del bien común. Y aún con la idea de que el daño
no será grave, quienes tienen otros datos ven el escenario con preocupación.
Por
ello, reitero, hay que emplearse a fondo por la unidad de México y de los
mexicanos. De otra forma quien sabe como vayamos a salir de esta, aunque seamos
un extraordinario pueblo, solidario y amoroso. O el presidente López Obrador se
pone las pilas como dirigente político de este país o lo van a seguir rebasando
por la derecha.
PD.
2. Por cierto, López Obrador reiteró una vez más que no habrá despidos por
la contingencia y cuando le preguntaron sobre los despedidos del Instituto
de Geografía e Informática, a los levantadores del censo, López Obrador pidió
que eso se le preguntara directamente al director del INEGI. ¡Ups!
PD.
3. Quien en este delicado momento está destacando por su preocupación
social en Ciudad Victoria, fue el Abogado Amigo, el Síndico del Ayuntamiento de
Ciudad Victoria, Luis Torre Aliyán, quien lanzó el reto, ante la pandemia que
se registra por el COVID-19, en ayudar a los habitantes de algunos sectores de
la capital, los más vulnerables y los más necesitados, a través de la donación
de su sueldo. Pero no sólo es verborrea, créamelo. Torre Aliyán se ha
comprometido a ser pulcramente transparente con los beneficiados, es decir,
conoceremos por nombre y apellido a quienes se vean beneficiados con esta
acción. Y aunque para sus malquerientes, esta acción pudiera oler a oportunismo
político, la verdad es que no hay absolutamente nada de ello.
Y
como este es el mejor momento para saber de qué están hechos quienes presumen
de “su amor por el prójimo” y reconocer las buenas acciones, las de verdad, y
solidarizarnos con nuestra aportación económica o en especie, por lo que en
estos momentos, en lugar de criticar, se requiere actuar y demostrar esa
solidaridad, sobre todo aquellos servidores públicos.
Acciones
como la de Luis Torre Aliyán son buenos ejemplos, que en estos momentos se
agradecen y se reconocen. Y parafraseando a un buen amigo, concluiré que “a ver
si a los demás que querían curar a Victoria les cae el 20 o el 17… Hidalgo”.
PD.
4. La diputada federal emergente por Tampico, Olga Sosa, tiene un espíritu
de picapleito. Y es que en lugar de buscar la mejor forma de generar propuestas
legislativas inteligentes, anda viendo a quien criticar a través de sus redes
sociales. O lo que es lo mismo, lo que no legisla en la Cámara de Diputados lo
hace a través del twitter.
PD.
5. Otro personaje político que también, lamentablemente, ya perdió la
vertical es el reynosense Benito Saenz Barella, quien en lugar de ayudarse y
ayudar al partido al que representa, cobardemente, desde las redes sociales,
lanza ataques a sus adversarios políticos en tiempos que deben de ser de
unidad. ¿Andará buscando Sáenz Barella la candidatura del PRI a la presidencia
municipal de Reynosa? No son todavía los tiempos de cosechar. Y quienes están
por arriba de Benito deben de aplicar aquella máxima de que “con estos amigos…”
Gracias
por recibirnos.
Hora de publicación: 22:53 hrs